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Mostrando entradas de octubre, 2015

ESTO NO ES UN ADIÓS 2

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PREFACIO No me plantee la posibilidad de escribir una segunda parte de la entrada ESTO NO ES UN ADIÓS  ( leer aquí ), es más, siempre pensé que las segundas partes nunca fueron buenas, pero dada la respuesta de todos vosotros, los que habéis leído la entrada, y quejado de que era súper triste y que no podía quedar así. Sin querer, o queriendo, me habéis animado a terminar este breve relato. Breve, breve, no quería alargarlo mucho.  Espero que os guste. Va por todos vosotros. PARTE 2 Al día siguiente fui a ver como estaba, pero no estaba. La habitación estaba completamente vacía. Sin sus pertenencias, la cama no tenía sábanas. Mi corazón se puso a mil doscientos, y solo pensaba en lo peor.           –    No puede ser – Me decía a mí misma una y otra vez.           –  No puede ser ¿el qué? – Preguntó una voz tras de mí. Me di la vuelta. Era un chico que no había visto hasta ahora. ...

ESTO NO ES UN ADIÓS

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Ella me dijo con sus palabras, que ya no era feliz, que la vida había dejado de tener sentido y que no quería seguir viviendo. Ella siempre tuvo fuerza, sobre todo en la mirada, pero llevaba unos días en que ni siquiera abría los ojos. Hacía tiempo que la notaba triste y amarga. - Ánimo, esto es solo una mala racha - Le decía sin ser consciente, de que realmente lo que le estaba pasando era algo serio. - Gracias - Me decía. "Gracias"... ¿un simple "gracias"? Seré estúpida. ¿Cómo no me di cuenta antes? Una persona que simplemente te dice "gracias", solo quiere agradecerte el interés que muestras hacia ella por ese "ánimo" que se dice, y un "ánimo" no cura los males de nadie. ¿Qué es lo que realmente ayuda a esas personas que viven es penumbra? - Abrázame - Me dijo. En ese momento la abracé con fuerza, sintiendo ese abrazo con tanta intensidad que hasta podría percibir su corazón agitado, y sin poder conten...

TU Y YO Y NUESTRO TIEMPO

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Quizás fue el tiempo, que se equivocó de estación, o quizás fue la lluvia, que olvidó caer. Pues todo ello trastocó la situación, fue el momento en que nuestras miradas se volvieron cálidas, incluso ardientes, en un mes de Enero, para así fusionarlo en Febrero, cuando empezamos a compartir la primavera de nuestros cuerpos. Puede que sea así, la forma más perfecta que tenemos de construir nuestro calendario. Siendo conscientes de que el tiempo lo dejamos anclado en aquel preciso instante en el que empezó a sonar el violín casi al alba. Y fue entonces cuando dejamos de escuchar baladas de amor, para vivir al son de nuestra propia música. A escribir nota a nota en cada beso, acompasados por el ritmo de nuestros corazones. Uno, tres, diecisiete, qué más da el día o el mes. Qué más da la tormenta multicolor y los arcoiris grises, si tenemos regazos de algodón salado. Qué más da el mundo, si ellos cuentan fin de semanas y nosotros no. Y qué más da... ...