Vanessa Landete

Tres años, y parece que fue ayer cuando me embarque en este viaje tan precioso, a publicar mis ganas de expresar lo que siento, lo que pienso, una parte de mí. Un sueño hecho realidad. Esta tarde me despedía de una persona, un chico que acababa de tomar una decisión importante que le abría una nueva etapa en su vida. Mis últimas palabras para el fueron: “Hagas lo que hagas se feliz, porque al fin de acabo es lo que importa. Actitud positiva en todas las metas que se te propongan y no olvides nunca la sonrisa, sonríe”. Todos tenemos momentos buenos y no tan buenos. En los momentos no tan buenos olvidamos el verdadero sentido de la vida que es ser feliz. Estamos enfadados y una nube de rabia nos nubla la vista y no vemos más allá. Hacemos y decimos cosas fatales, que acarrean dolor, tanto a nosotros mismos y los que nos acompañan. En realidad soy la menos adecuada para dar lecciones de vida (aunque siempre me estoy haciendo la sabia < pero es simple postureo ;) >...

Hay algo que quería compartir con todos vosotros, y es algo que viví este verano. Una tarde que estaba en la piscina contemplé una escena, que bajo mi punto de vista fue bastante desagradable. Junto a mi había una pareja, un chico y una chica, que no superaban los 18 años. Todo era tan normal, hasta que hubo algo que llamó mi atención. Entre besos apasionados típicos de la época, también había desprecios mutuos y golpes que no eran demasiado normales. El chico, con la mano erguida, golpeaba a la chica en el cuello atizándole golpes secos. Ella se lo reprochaba diciéndole “HP”, “Gipichi” y demás vocablos malsonantes que os podréis imaginar. Además, también le daba palmadas en el pompis dejándolo enrojecido. La sensación que me daba es que a la chica le parecía todo normal. Pues daba a entender que hasta le gustaba. De hecho, ella, ni siquiera se molestaba, le seguía el juego y respondía a todas sus “muestras de cariño”. Hubo un momento en el que me planteé intervenir, p...

Eran aproximadamente las 3 de la madrugada, un martes de feria. Estaba cansada y realmente mi cuerpo era incapaz de bailar una canción más. Mi camino empieza desde los redondeles del recinto ferial de Albacete hasta casa. Un día de entre semana, no hay la misma afluencia de gente que puede haber un finde , y a esas horas evidentemente las calles son tranquilas y solitarias, puede que te encuentres algún que otro sonámbulo que anda un poco a trompicones y haciendo eses, pero nada más. En esos 30 minutos, en los que decidí ir andando a casa, pasaron por mi mente millones de cosas, pero quizás, la que ocupaba casi el 80% de mis pensamientos era el pánico. Pánico, influenciado en mayor parte, por lo que está ocurriendo hoy en día en cualquier parte del mundo: desapariciones, violaciones, secuestros… A cada paso que daba, mi corazón se agitaba cada vez más, por miedo suscitado por la falta de seguridad, por el temor de que esa podía ser la última vez qu...

Me resulta tan "súper-mega-híper" horrible, que tales seres, celebre algún tipo de evento, solo y llanamente por puro interés. Dicha esta titulada declaración, lo voy a explicar. “ -Hola, somos Fulanito de tal y Pascuala, y estamos encantadísimos de invitaros a nuestra fiesta, que se celebrará en no sé qué sitio, te dejamos el nº de cuenta, para que deposites ahí tu regalo.-” “ –Creo que deberíamos invitar al Guachuname. Que nos va a dar buen regalo.-” Qué bonito… ¿Realmente hay personas que festejan cualquier tipo de evento, generalmente bautizos, comuniones y bodas, para hacer negocio de ello? Pues sí señores, hay personas tan frívolas, que esperan sacar un coche nuevo, un viaje o cualquier otro bien material, de algo que se reduce en un mero y puro teatro. EL SOBRE, que gran palabra. (jajajaja) Sinceramente pienso que no está nada mal celebrar un evento de forma ostentosa, pues muchos viven y viviremos de ello, lo que me parece súpe...

Un día por la noche, volviendo a casa en el coche, iba escuchando el programa de radio “ ¿Qué falló en lo vuestro? ” de Cadena Dial . Y como siempre, sembró en mí una duda abismal. La historia que trataban aparentaba ser tan bonita, pues el protagonista narraba más o menos así: “ Escuché esa voz, que nunca había dejado de recordar ”. Resulta que un chico, conductor de autobús, un día ejerciendo, fue a recoger a un grupo de gente que tenía que trasladar de un sitio a otro. Lo que no sabía, es que entre todas esas personas, se encontraba alguien muy especial, su amor de juventud, y no la reconoció a primera vista, sino por la voz. Estuvo contando, que cuando eran jóvenes, sobre unos 18 años (no recuerdo bien), lo suyo no fluyó por una serie de problemas, en los cuales se encontraban su lozanía y poco experiencia en temas de amoríos. Dijo, que desde el momento en el que se reencontraron, después de veintinosecuantos años, no ha pasado día que no estén juntos. También dec...

Desde ayer, llevo barruntándome un asunto, al que no paro de darle vueltas. ¿Los hombres, son un prototipo, prediseñado desde el principio de los tiempos, con un comportamiento similar o casi igual para vestir?, o ¿somos las mujeres las que hemos destacado y potenciado esa conducta insulsa, tratándolos como seres inferiores sin gusto? Hay dos vertientes que me hacen reflexionar las dos preguntas, las cuales tienen una sola respuesta, pero mil horas de debate. Las mujeres, motor de la familia, administradora y ama de casa. Pero... ¿Hasta qué punto? Con el paso de los años, la mujer ha ido evolucionando, y ya no era aquella sumisa, que se quedaba en casa esperando a que llegara el marido de trabajar, con la comida preparada y la cerveza fresca. No obstante, a pesar del tiempo ¿Cómo influye en el hombre a la hora de vestir? Independientemente de que sea su madre, hermana, pareja o hija. No paro de fijarme, en que las mujeres, creyéndonos las reinas del estilismo...