MIEDO EN LA NOCHE
Eran aproximadamente las
3 de la madrugada, un martes de feria. Estaba cansada y realmente mi cuerpo era
incapaz de bailar una canción más.
Mi camino empieza desde
los redondeles del recinto ferial de Albacete hasta casa.
Un día de entre
semana, no hay la misma afluencia de gente que puede haber un finde, y
a esas horas evidentemente las calles son tranquilas y solitarias, puede que te
encuentres algún que otro sonámbulo que anda un poco a trompicones y haciendo
eses, pero nada más.
En esos 30 minutos, en
los que decidí ir andando a casa, pasaron por mi mente millones de cosas, pero quizás,
la que ocupaba casi el 80% de mis pensamientos era el pánico.
Pánico, influenciado en
mayor parte, por lo que está ocurriendo hoy en día en cualquier parte del mundo:
desapariciones, violaciones, secuestros…
A cada paso que daba, mi
corazón se agitaba cada vez más, por miedo suscitado por la falta de seguridad,
por el temor de que esa podía ser la última vez que podía existir.
Mi cabeza ya enajenaba,
hasta el punto de imaginar sombras e incluso intenciones.
Pensé en llamar a un
taxi, pero no tenía batería en el móvil, y tampoco dinero suelto para llamar desde una cabina, así que no me quedaba otra cosa que
sosegarme y seguir andando.
Mientras tanto imaginaba
y sentía en cierta forma, lo que muchas chicas han podido sentir en situaciones
semejantes, chicas que no han tenido el mismo destino, y nunca llegaron a sus casas,
y si lo hicieron no llegaron en las mejores condiciones, pues sufrieron
agresiones o violaciones.
La compleja idea de ser
yo la que perteneciera e incrementara la estadística de un final fatal me ponía
mala.
Lo que más rabia me da de
todo esto, es que por ser mujer no somos libres de andar con tranquilidad en
ciertas horas de la noche, por el recelo de ser agredida, maltratada, violada o
secuestrada. ¿Quién sabe?
Mucha gente dice: “Quien
evita la ocasión evita el peligro”, pero yo no estoy totalmente de acuerdo con
este refrán, pues no buscamos que nos pasen cosas. Lo único que deseamos es
poder llegar sanas y salvas a casa, sin que ningún o ningunos fracasado/os deseen
joderte la noche, o la vida, ¿Quién sabe?
Todo esto se reduce a las
intenciones que pueda tener cierto psicópata, que tu destino esté en manos de
una persona desequilibrada, da bastante miedo. Hablaría de la seguridad, pero
no creo que haya que poner un policía en cada esquina, pero si más moralidad, y
más juicio sobre esto.
A la más mínima intención
que veamos de que una persona cercana a nosotros sea capaz de cometer
estupideces, como aprovecharse de alguien, porque en fuerza sea severamente
inferior, hay que detenerlo e impedírselo.
Educar a las personas adultas del mañana, inculcando respeto. RESPETO es la
palabra clave.
Como dato, y para finalizar este escalofriante tema: Hay aproximadamente
3.231 niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas en todo el país, desde 1990
hasta 2013. Actualmente es el caso de Diana Quer, el que abarca todos los
medios de comunicación. Esperemos que todo acabe con un final feliz.
Os dejo un cortometraje que refleja muy bien, el miedo que pasa una persona
ante estas situaciones.
También existe una aplicación para móvil "AlertCops" que es el servicio de alertas de seguridad ciudadana de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FFCCSE). Es una herramienta para los civiles, que consiste en enviar una alerta ante alguna situación de inseguridad. (+info)
P.D.: Tener cuidado no es tener miedo.
Que el miedo no te impida nunca Sonreír.
Sonríe
=D
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