AMOR DE IDA Y VUELTA

Un día por la noche, volviendo a casa en el coche, iba escuchando el programa de radio “¿Qué falló en lo vuestro?” de Cadena Dial. Y como siempre, sembró en mí una duda abismal.

La historia que trataban aparentaba ser tan bonita, pues el protagonista narraba más o menos así: “Escuché esa voz, que nunca había dejado de recordar”.

Resulta que un chico, conductor de autobús, un día ejerciendo, fue a recoger a un grupo de gente que tenía que trasladar de un sitio a otro. Lo que no sabía, es que entre todas esas personas, se encontraba alguien muy especial, su amor de juventud, y no la reconoció a primera vista, sino por la voz.

Estuvo contando, que cuando eran jóvenes, sobre unos 18 años (no recuerdo bien), lo suyo no fluyó por una serie de problemas, en los cuales se encontraban su lozanía y poco experiencia en temas de amoríos.

Dijo, que desde el momento en el que se reencontraron, después de veintinosecuantos años, no ha pasado día que no estén juntos. También declaró, que en todo ese tiempo, no hubo noche en la que no pensara en ella y que no había dejado de estar enamorado desde entonces. Se ve, que lo mismo le había ocurrido a ella.

Ahora viene el Quid de la cuestión.

La chica, había estado casada y había tenido un hijo (o dos, no recuerdo), pero según él, no lo había pasado nada bien en su vida, a lo que deduje que estaba separada o algo similar.

Él, estaba casado, pero no tenía hijos.

Oh… qué bonito, un amor de juventud.

Pero, ¿¿¿Perdonaaaaaaaaaaaaa??? (Mi cara es de “Perdonaaa”)



Vamos a ver, ¿No hay día en el que no recuerdes a tu amor de juventud, y duermes con otra persona? ¿Piensas en otra mujer todos las noches, no paras de recordarla, y puedes hacer tu vida con otro ser?

Yo flipo, colega.

No se puede ser más hipócrita.

Y me dirijo a ti, señor chófer de autobús, directamente:

¿Has pensado por un solo instante, en los sentimientos de la persona con la que has compartido tu vida?

¿Dónde queda todo?

Sinceramente, creo que le haces un favor a la persona a la que dejas, porque si realmente le mentiste de tal manera en algo tan importante como es el amor, no imagino la cantidad de cosas que le habrás ocultado.

Quien me da pena en todo este tema, eres tú. Pues no fuiste sincero contigo mismo, y en vez de luchar por lo que ahora es, fuiste a lo fácil, que fue encontrar a una ignorante, que “tapara con aguaplast” aquel agujero que tu amor de infancia dejó, pero no lo tapaste bien.

Es una pena, pues tu antigua pareja, solo ha vivido años de mentira, que ahora se reflejan en dolor.

El final de esta historia, no es un final feliz para todos, es un resumen de una mentira con sabor amargo para unos, y sabor dulce para otros.

Chóferes del mundo (mujeres y hombres), no os mintáis a vosotros mismos, queriendo creer algo que no es real, pues lo que es fingido no llena ni hace feliz.

Ser sinceros con vosotros mismos, pues de lo contrario, os haréis daño y podéis hacer mucho daño a la persona a la que no le estáis siendo leal.

Es un paso que hay que dar, pero es por el bien de la humanidad.

Moraleja: “El aguaplast nunca será como el yeso”

Y ya sabes, sonríe.


=D

Comentarios

  1. yo conozco una pagina que te puede dar los mejores consejos de amor y la verdad si funciona espero que pueda ayudarte en muchas cosas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DIJE QUE TE AMABA, PERO TE MENTÍ

Empezando a conocer ALBACETE II

7:08 p.m.