EL PLACER DE LLORAR

Hoy voy a hablar de esos sentimientos que te revientan, que te dejan hecho mistos, esos en los que te tiembla la voz cuando consigues hablar, y digo “consigues hablar” porque realmente hacer algo tan sencillo como encadenar unas palabras resulta todo un reto, pues el nudo que tienes en la garganta te impide hacerlo. En esos momentos en los que no levantas cabeza, solo quieres regocijarte en tu dolor, escuchando canciones de desamor, viendo los videos más tristes del mundo, y recordando los momentos más dolorosos actuales en tu vida para llorar a mares. Sentirnos así, proviene principalmente de no recibir lo esperado, de tener una expectativa que nunca es satisfecha. También puede ocurrir que tus mayores miedos sean expuestos, y utilizados en tu contra, como tener miedo a perder a alguien, o mismamente que te ocurra algo indeseado con lo que guardes cierta relación de animadversión. Sentirnos mal, cobijarnos en nuestro dolor es muy fácil, sentirnos víctimas y presas de nues...