Aunque estés lejos, hazme sentirte cerca

Llorando como una Magdalena, incluso más, con sollozos, con tristeza, con pena. Así me vi hace unas semanas, un sábado a medio día, montada en el tren Cuenca-Albacete. Un sábado que prometía, en un principio, ser memorable bañado por litros de cerveza y risas varias, y que acabo siendo señalado por una fecha que a nadie le gusta recordar.

El viernes deshice todos los planes que tenía para el sábado, y cogí “una muda”, desodorante (que perdí en algún sitio), clines, un libro y los auriculares, y a las 21:00h. me subí en el Ave, dirección Cuenca, por un tema difícil. A mediodía del sábado volví, con un sentimiento de desconsuelo, tras la pérdida de alguien importante de una persona que para mí es importante.

Una estampa melancólica, pues en el vagón donde yo viajaba a penas había 4 personas, cada una con su vida, con sus historias y sus propósitos en aquel tren.

Mi espíritu masoquista quiso que me pusiera aquella música que era alusiva en cierta manera, a aquellas personas que dejé en Cuenca.

La Luna del Cielo de Carlos Rivera, una canción que lo dice todo.

Aún la escucho y las lágrimas resbalan por mis mejillas.

Y ahí estaba yo, toda escena de película con tonos marrones, llorando en silencio desconsoladamente, mirando por la ventanilla aquellos paisajes manchegos pasando a toda velocidad, sin entender el porqué de tanto desconsuelo. Hacía tiempo, mucho tiempo que no sentía ese dolor, esa angustia. Es como si el alma estuviese en duelo, un duelo complejo.

Lo único que necesitaba en ese momento era un abrazo, de esos que te hacen sentir cerca.

Pero el tren llegó a su destino. Ya en Albacete. Ya en casa. Siempre he sentido un gran alivio cuando he visto la ciudad a lo lejos. Andar por sus calles es paz, sosiego, tranquilidad, es ese abrazo que te hace sentir cerca. En casa. Mi casa.

Hoy escuchaba que la felicidad no es estar siempre sonriendo o tener una actitud positiva, sino que tiene que ver más con el ser conscientes de sentirse bien y satisfecho con la vida. Ser agradecido, descansar bien, o hacer algo por alguien ayuda mucho.

A lo que deduzco, no sé si estaré en lo cierto, que el duelo, el desconsuelo, la tristeza, cuando es sincera, cuando es de verdad, también es parte de la felicidad, puesto que este sentimiento de angustia es parte de la vida, y es parte de la etapa de afrontar situaciones dolorosas.

Es un sentimiento que debes sacar. Desahógate, llora, corre, habla, escribe, es la mejor opción. No lo sepultes en tus adentros más profundo, porque seguramente acabarán saliendo en forma de mala hierba.

Y aunque alguien haya dicho que sonreír no es algo necesario para ser feliz.... Pues chico/a  ¿yo qué quieres que te diga? Pues que no dejes de sonreír, porque tu sonrisa, vuestra sonrisa, es lo más bonito que puede relucir en la vida.

Sonríe =D




Comentarios

Entradas populares de este blog

DIJE QUE TE AMABA, PERO TE MENTÍ

Empezando a conocer ALBACETE II

7:08 p.m.