Vanessa Landete

Al final lo hemos dejado. En verdad él me ha dejado a mí. Nuestra mala relación descontrolada, sobre todo a altas horas de la madrugada ya no era sana. Me producía rechazo al día siguiente, tanto era así que hasta vomitaba. Y es bastante duro dejarlo, más cuando llevas conviviendo con él más de media vida. Nuestra relación fue progresiva. Lo veía al principio algún finde que otro, luego fueron todos los fines de semana, y ahora, en esta última época incluso entre semana. Durante toda nuestra relación lo hemos dejado varias veces, y cuando he estado sin él realmente he estado muy bien. Pero era complicado, porque yo estaba bien, pero cuando salía con mis amigas y amigos y volvía a encontrármelo, era uno más del grupo, entonces eran ellas las que estaban bien, yo ya no tanto porque tenía que aguantar la situación ya que ellas se ponían en plan "divertido". La gente en general está a gusto con él; risas, bailes, ridículos variados y algún que otro morreo fuera de lug...

Oh mon amour , la teta, fuente de leche materna, fuente de la vida. Las tetas a principios de siglo XX sostenidas por sujetadores picudos, también llamados sujetador torpedo . Ahora en 2023, los sujetadores empiezan a ausentarse en el día a día, y las tetas esplendorosas empiezan a marcarse por camisetas ceñidas. Antiguamente, cuando la teta estaba sexualizada en su máxima potencia, [puntualizo, no hablo de la prehistoria, me refiero a cuando yo era una niña al borde de la adolescencia donde unos bultos en mi pecho empezaban a brotar dando paso a una nueva etapa] por aquel entonces era conocido por todos que las chicas más mayores, las “adultas” con un “buen par de tetas”, con aquellos dos redondeles bien colocados, en su sitio, tersos, firmes, turgentes y no reales (siliconados) eran las que se podían permitir la licencia de libres domingas, y no solo los domingos. ¡Ey!, y no olvidemos al colectivo hippie, que pese a tener tetas variadas, les importaba un pito el que sus pechos se...

Hay personas con las que estaría hablando horas y horas, y tú eres una de ellas. Me encanta estar contigo. Hablar de todo, de confidencias y sinceridades, sin tapujos y sin rojeces. Me apetece mucho compartir contigo un viaje, a cualquier parte, donde solo tengamos por delante un tiempo privilegiado para nosotros dos. Qué de repente de mi boca salga un suspiro crispante al que tu reacción sorpresiva sea: ¿Qué?, ¿qué pasa?  😨  Me ría, te mosquee  😩  y sonrías  😅 , y los dos riamos sin parar, y que toda esta pantomima derive en otro tema. Qué suene esa canción que tanto nos gusta y que cantemos el estribillo como si la vida nos fuera en ello. Que nos miremos, sabiendo que nos la sabemos entera, entonemos nuestras voces y que salga algún que otro gallo. Que te cuente un chiste y digas: "oh no. Seguro que es malísimo", pero ya sabes que el tuyo va a ser peor.  Qué degustemos los silencios. Y cuando lleguemos al destino, a ser posible el más lejan...

Hoy justo, hace 16 años fue Virginia, hace un año y pico Jesús, la semana pasada un niño de 13 años, y cada día son una media de 11 nombres, que guardan detrás de cada uno de ellos una historia tormentosa. Es por ello por lo que toman la decisión de quitarse la vida. La mayoría de las personas jamás entenderán el ¿por qué? de tomar una decisión de ese tipo, pero por desgracia cada vez más “ locos ” damos respuesta a ese por qué. Tras hablar con multitud de sujetos estos últimos días sobre este tema, es alarmante que haya quien piense que el haber tanto trastornado mental sea culpa de una pandemia, como si un virus anduviese suelto. Bobadas. Esto es una enfermedad mental, no se apoda cáncer, pero también mata. Cuando tienes una enfermedad de este tipo, tú quieres estar bien, quieres que tu cabeza no piense cosas que te quitan hasta las ganas de comer (a veces todo lo contario), que te atormentan, y te atrapan sin poder escapar. Quieres ser normal. NORMAL. Te lo gritas constantem...