La solución NO es morir
La mayoría de las personas jamás entenderán el ¿por qué? de
tomar una decisión de ese tipo, pero por desgracia cada vez más “locos” damos
respuesta a ese por qué.
Tras hablar con multitud de sujetos estos últimos días sobre
este tema, es alarmante que haya quien piense que el haber tanto trastornado mental sea culpa de una pandemia, como si un
virus anduviese suelto. Bobadas.
Esto es una enfermedad mental, no se apoda cáncer, pero también
mata.
Cuando tienes una enfermedad de este tipo, tú quieres estar
bien, quieres que tu cabeza no piense cosas que te quitan hasta las ganas de
comer (a veces todo lo contario), que te atormentan, y te atrapan sin poder
escapar. Quieres ser normal. NORMAL. Te lo gritas constantemente. NORMAL,
NORMAL, NORMAL…
¡Ey!, que te entre en la cabeza que NO eres NORMAL, ni lo
vas a ser, porque nadie es normal. Todo el mundo tiene algo distinto y es lo que nos
diferencia unos de otros. Y menos mal.
Vale, no eres normal, lo asumimos, pero la cabeza te juega malas pasadas,
te hace sentir tristeza, rabia desmedida, sensación oscura, un vacío atronador
y un sinfín de cosas negativas que no te ayudan a tener una vida “NORMAL”.
Amiga, ¡alerta! tu cabeza está en una época de baches, tu cerebro a decidido
estar a “otras cosas”, se ha desencarrilado del buen camino, y hay que hacer
todo lo posible por volver a encarrilarlo. Probablemente necesitemos ayuda
profesional, sí.
Esta ayuda nos la dan los psicólogos y/o psiquiatras.
Si la Seguridad Social, por desgracia, no se puede ocupar de ti, es hora de que hagas tu buena inversión en un profesional que te ayude de
verdad. No desesperes si sientes que en la primera cita no has tenido ese feeling con el licenciado en cuestión, y crees que el tal fulano no puede ayudarte, porque seguro que hay otro con el que encajas y te soluciona la papeleta. Además, estas
cosas no se curan en una cita, (otras sí 😉).
Porque, aunque creas que no hay salida, si la hay. Siempre la hay. Además, te puedo contar mil testimonios de gente que tengo cerca que ha estado muy jodida (mal de muchos, consuelo de tontos), pero que finalmente salen, poco a poco, con gran esfuerzo, pero lo hacen, y son felices y están aliviados/as.
Sé que es difícil ver la luz. Lo sé. Pero la luz está, te lo
aseguro, y merece la pena hacer todo lo posible para llegar a ella y salir de
toda esta oscuridad. La solución NO ES QUITARSE LA VIDA. NO LO ES.
La solución conlleva pasar este bache, salir reforzada/o y
seguir disfrutando de la vida y de sus pequeños placeres, como, por ejemplo:
ver a esa persona que tanto quieres llorar de la risa, un abrazo apretado o un
pedo en un ascensor, de los que suenan y no huelen, o al revés. Puag, jajajaja.
(Mi hermano estará pensando en este momento: Si no pone algo
de pedo o culo, no le luce).
Estar jodido no mola. Cada uno tiene su propia historia. Algún día me gustaría hacer "el club de la pena" y seguramente, sentados en un círculo, contando nuestro "bien tan mal" y escuchando al resto, nos demos cuenta que nada es tan terrible. O también puede que nos vayamos a casa más deprimidos. ¿Quién sabe?. Igual no es una buena idea.
Y si tú no eres una de esas personas con problemas mentales, aparte de recibir mi enhorabuena, acoge este consejo que te voy a dar porque probablemente seas un gran apoyo para alguna persona que tengas cerca que tenga movidas. Prohibido decirle:
- No te rayes
- No te pasa nada
- Estás loca
- Cálmate
- Eres egoísta pensando solo en ti, llamando la atención
- Todos tenemos problemas
Simplemente, limítate a escuchar, apoyar y ayudar. Y da abrazos bien apretados o coge esa mano que necesita un apoyo y no la sueltes. NO A LOS CONSEJOS DE MIERDA. Y por nada del mundo JUZGUES.
Salud hermanas y hermanos. Deporte, escritura, sexo y vídeos de risa. Evita el alcohol y las redes sociales.
Sonríe =D
Epílogo breve: Virginia fue mi abuela, Jesús un antiguo compañero de
instituto… Por ellos y otros tantos que caen cada día.
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