Las tetas

Oh mon amour, la teta, fuente de leche materna, fuente de la vida.

Las tetas a principios de siglo XX sostenidas por sujetadores picudos, también llamados sujetador torpedo. Ahora en 2023, los sujetadores empiezan a ausentarse en el día a día, y las tetas esplendorosas empiezan a marcarse por camisetas ceñidas.

Antiguamente, cuando la teta estaba sexualizada en su máxima potencia, [puntualizo, no hablo de la prehistoria, me refiero a cuando yo era una niña al borde de la adolescencia donde unos bultos en mi pecho empezaban a brotar dando paso a una nueva etapa] por aquel entonces era conocido por todos que las chicas más mayores, las “adultas” con un “buen par de tetas”, con aquellos dos redondeles bien colocados, en su sitio, tersos, firmes, turgentes y no reales (siliconados) eran las que se podían permitir la licencia de libres domingas, y no solo los domingos. ¡Ey!, y no olvidemos al colectivo hippie, que pese a tener tetas variadas, les importaba un pito el que sus pechos se movieran libremente mientras bailaban canciones de John Lennon, porque ellas siempre libres domingas, los domingos, los lunes, martes, miércoles..., aunque bueno, esto es otra historia. A lo que voy, el hecho de llevar la teta sin sostén denotaba que, si no era una mujer famosa, solo las “mujeres sueltas” gozaban de ese derecho. La cosa es que veíamos a una chica marcando pezón y pensabas -esta es una guarra– (que pena de cultura implícita real).

Pues bien, ahora la cosa está vislumbrando un cambio. Ahora es cuando tetas reales salen a la calle marcando pezón, piercing, aureola y todas sus posibles formas. Seas hippie, ama de casa, una guarra o la ejecutiva de una gran empresa, ¡Qué maravilla! Si bien es cierto, que son las adolescentes, las que se han quitado los prejuicios y están dando el gran paso. Quizás solo sea una moda, pero la realidad del asunto va mucho más allá. 

Aquella opresión que hace tan solo unos años solo se daba la libertad de manifestarse a la hora de dormir, o los domingos por la tarde como un lujo permitido, es parte del pasado, “…, la moda ahora es, las tetas libres han llegado”.

Y es que, hace una década, ni siquiera las presentadoras del telediario podían utilizar escotes. El enseñar canalillo, no solo en televisión, sino en el resto de ámbitos sociales, era una provocación para los hombres, que todavía, hoy por hoy, lo siguen pensando. ¡Puag!, no me quiero imaginar lo que se le pasará por la cabeza a todos esos energúmenos que vean una teta bien marcada.

Me hubiera encantado poner una foto de mis tetas aquí, para ilustrar esta entrada, pero el puto pudor instaurado durante toda mi vida por mi educación, entorno y creencias adquiridas, me lo impide. - ¿Qué va a pensar la persona que vea la foto y ni siquiera lea un párrafo? ¿Qué va a opinar mi familia? ¿Creerán qué estoy provocando? - 

¡Ojo al dato!, poco se habla que Instagram ponga exclusivamente un limoncito 🍋 o un melocotoncito 🍑 delante de las mamas de las mujeres.  PENOSO. [Para melocotón el que tengo yo entre…. -shhhh Vanessa por favor-] 

De verdad, "¿no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas…? Ay mamá".

Tetas, tetas, tetas, y venga tetas. Más tetas, más tetos y menos catetos.

En resumen, la realidad es esa, desde hace unos siglos hasta este mismo presente, la teta está sexualizada. ¿Llegaremos a conseguir que sean vistas de igual manera las tetas femeninas que las masculinas? ¿Estamos ante el gran cambio de mentalidades? ¿En breve nos pondrán un burka cómo castigo por marcar el pezón que sirve para alimentar bebés?

Venga lo que venga, sea lo que sea, luchemos porque las tetas sean libres, como las mentes. Empecemos por evitar el simple comentario de "vaya par de melones" y continuemos por educar con valores de respeto.

Me podría extender más, pero tengo una magra con tomate en el fuego que requiere de mi presencia, con mis libres domingas y un martes, ¡bien!

Sonríe y no sólo para el selfie. 

=D

*Energúmenos: siempre he querido utilizar esta palabra. Dícese de la persona poseída por el diablo o de una persona furiosa por que una mujer muestre su cuerpo tal y como es (a partir de furiosa, el resto me lo he inventado) :D

Ana Díez - Foto del 1990 de Alberto García-Alix de su fotolibro "Moto"