LO QUE NO NOS GUSTA QUE NOS HAGAN

No nos gusta que nos manipulen, que nos maltraten, que se aprovechen y rían de nosotros. No nos gusta que nos griten ni que nos miren con mala cara. No nos gusta que nos tomen por tontos o que crean que no nos damos cuenta de las cosas. Tampoco nos gusta, sentirnos excluidos, odiados, malqueridos, despreciados, humillados o repudiados.

Y como no nos gusta, no lo hagamos nosotros. No hagamos sentir a una persona como no nos gustaría sentirnos a nosotros. A veces, lo hacemos sin darnos cuenta, otras veces lo hacemos por odio o envidia. Empaticemos.

Hace unos días, conocí a una persona. Esa persona, me explicaba sentimientos reflejados en unas miradas llenas de: reproche, odio y manipulación. Yo le dije: "Hombre.... pues algo habrás hecho". Y con lágrimas en los ojos me dijo: "No he hecho nada, bueno sí". La rabia y la impotencia, era palpable en sus palabras.

Entonces fue cuando empezó a contarme:

"Un día, sin saber porque, al llegar al trabajo, todos los compañeros me miraban raro, algunos hasta evitaron darme los buenos días, y los que lo hacían, no lo hacían como era normal, sus palabras eran secas y cortantes. A la hora del café, fui a la máquina donde coincidía con más gente de mi planta, pero todos evitaron cruzar palabra conmigo. No es que tenga una relación estrecha con los compañeros, pero si buena y cordial. De repente, noté a alguien tras de mi, era mi jefa. Me cogió por el brazo y me dijo que si la podía acompañar hasta su despacho. Yo no me opuse y fui con ella.

Al llegar, me pidió que tomara asiento. Lo hice.

- No me suelo inmiscuir en los asuntos personales de mis trabajadores, pero cuando son de tal calibre, no me queda otra - Me dijo.

Yo no tenía ni idea de lo que ella me estaba diciendo. Mi cara en ese momento era de confusión y asombro. Un nudo en el estomago, apenas me dejaba tragar saliva, y mi corazón se puso a mil por hora.

- Me ha llegado un comentario de que tu actitud no es adecuada, que creas mal ambiente en el departamento donde estás situada, y no me mires con esa cara, sabes perfectamente de lo que te hablo - 

Apenas podía articular palabra ¿de qué estaba hablando? 

- Entre mis colegas y yo, hemos tomado una decisión, y lo que creemos mejor es que firmes el despido -

¿Qué? ¿El despido? ¿El despido, por qué? No entendía nada de nada. Efectivamente, le pedí explicaciones, y me dijo:

- Son ya dos de tus compañeras, las que me han dicho que intentas acostarte con sus maridos, otra, confirma que lo has hecho, y una más, asegura que su divorcio viene dado por tu culpa. Lo siento pero te tienes que ir. No podemos consentir esto en el ámbito laboral.

¿Qué hice? Por supuesto que lo firmé. Ni siquiera me molesté en replicar. Lo firmé y me largue de allí. Todo de lo que me había acusado era falso. Esas cuatro trepas, a las que llamaba compañeras me la jugaron bien, pero mi jefa... tomó decisiones antes de contrastarlas conmigo, cuando era a mí a la que me afectaban en el ámbito laboral, como decía ella."

Vaya, mi cara era como la del icono de WhasApp, con los ojos muy abiertos, sonrojados los mofletes y de boca una rallita. Le pregunté que si no hizo nada, a lo que me contestó.

"Por supuesto que no me quedé con los brazos cruzados. Conseguí los teléfonos de los cuatro maridos de las cuatro trepas. Quedé con ellos en una cafetería del Altozano. Evidentemente, ellos no habían oído hablar de mi, ni sabían quien era. Entre ellos se conocían, hasta mostraban una actitud de colegueo."

¿Y que hiciste?

"Me lo monté con los cuatro. ¡Si señor!, con los cuatro a la vez. Tras unas copas y un poco de tonteo, me los cepillé. Pero no queda ahí la cosa. Lo grabé todo.

Luego, quedé con las cuatro trepas y les enseñe el vídeo. Lo que pasó después en sus casas, ni lo se ni me importa.

Me siento reprochada, odiada y manipulada, pero solo por ellas, y espero que ese sentimiento sea eterno hacia mi, puesto que el daño que me hicieron inventando injurias hacia mi persona, es imperdonable, no solo por el despido, sino por la forma en que me miraron y trataron toda la gente de la planta. Tampoco me siento orgullosa de lo que hice."

Yo me reí. Le hubiera dicho que "el ojo por ojo y diente por diente" no funciona, pero mira... no hagas mal, porque luego te viene a ti. Y para ellas, si lo están leyendo, les digo: ¡se siente!

Y tu, no olvides nunca de sonreír.

=D

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