VANESSA AL DESNUDO

No, no son fotos mías sugerentes ni mucho menos. En esta entrada voy a relatar algo propio, o más bien, os voy a dar un consejo.

Hace algún tiempo, le llevo dando vueltas a algo que os puede ser muy útil para vuestro día a día.

¿Os acordáis cuando salió por primera vez, esa red social de mensajería instantánea llamada WhasApp? Era 2009, y bueno, quien lo tenía por aquella época, era esa persona que disponía de un móvil de última generación. En aquel tiempo en que los móviles táctiles iban haciéndose hueco en el mercado, cuando los Iphones enamoraban a sus usuarios, y cuando, los juegos como el "Snake", "Tetris", y ese de la bola que cogía anillos dorados, pasaban a ser arcaicos. Yo, evidentemente, no lo tenía ningún móvil de última generación.

Lo que si tenía en esa época era un "noviete", y el si que tenía WhatsApp.

A lo que voy. Un día, estando con mi "noviete", le llegó un mensaje por medio de tan famosa aplicación. y yo, muy hábil, a través del rabillo del ojo, pude ver de quien era, y ...¡¡¡Sorpresa!!! ¿De quién era? De su ex. Jejejeje. Que gracia me hizo en ese momento. La ex. ¿Y que quería? Pues ni idea. ¿Quién soy yo para violar la intimidad de la otra persona? Claro... Claro...

En ese momento, y creo que a todos nos a ha pasado alguna vez, seas chico o chica, una sensación endemoniada se apodera de nuestro ser, las contestaciones son secas y tajantes. Nuestra mirada se vuelve perdida. Nos enfadamos y nos invade un sentimiento de tristeza, al igual que nos quedamos sin respiración y se nos anuda el estomago. Luego hacemos miradas intensas y desafiantes. Vamos, los celos psicópatas.

¿Qué pasó? Nada, a la media hora o así se me pasó, pero no se me olvidó. ¿Qué es lo que quería? ¿Por qué le escribía?

Al cabo de un rato, me dijo que era una cadena de esas de "envía este mensaje a diez personas o te va a pasar algo malísimanete malo que será desastroso para ti y para esa persona a la que quieres mucho". 

Yo no le pregunté nada, fue el quien me lo dijo. Creo que tampoco le dio mucha importancia, pues tampoco la tenía.

Moraleja:
No hurgues, ni intentes descubrir las américas siendo hábil. Sea quien sea, novio, novia, amigo, padre, abuela, hijo, nieta, vecino, jefe, compañero, camarero, o una persona con la que coincides en el asiento del autobús, nunca mires su teléfono móvil, ni seas un enterao´, ni un licenciao´, ni un marujo. NO MIRES. Más que nada, porque puedes ver algo que no debías de ver, y sobre todo, para evitarte la sensación esa de estrés, o incomodidad, o de risa incontrolable.

No se hurga en lo ajeno. Si la confianza es sólida, firme y real, no hace falta hurgar.

=D

Comentarios

  1. Muy buen consejo, mas vale respetar la intimidad de los demás... Por ellos y a veces por tu propia salud jajajaja

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DIJE QUE TE AMABA, PERO TE MENTÍ

Empezando a conocer ALBACETE II

7:08 p.m.