UN SOLTERO EN ALBACETE
Llego a mi casa, mi guarida, el lugar donde respiro del ruido del mundo, donde solo estoy yo. Me quito el abrigo, dejo las llaves puestas en la puerta, ahí no se pierden y luego no estoy ocho horas buscándolas.
Suena mi móvil, es un amigo.
- Ésta noche salimos - Me confirma.
Me meto en la ducha. Noto como el agua me templa el cuerpo. Ya hace frío en Albacete, y una ducha de agua caliente, de esas que empaña los cristales, viene de maravilla.
Desodorante. Camisa planchada. Perfume. Gomina. Le doy un poco a los zapatos para que brillen al igual que mis dientes.
Móvil, dinero, llaves... sí, están en la puerta. Me pongo el abrigo y me voy.
Saliendo por el portal llamo a mi amigo.
- Nene, voy de camino.
Ahí está, en la puerta del Alambique, esperándome mientras fuma un cigarro.
- Tienes que dejar esa mierda. Al final acabará contigo - Le reprimo.
- ¿Sabes por qué fumo? - Me pregunta - Fumo, porque en el humo creo verte, y por miedo a perderte, fumar hasta la muerte -
- Cabrón -
Nos empapamos en risas tras la estupidez.
- ¿Pasamos? - Me pregunta
- Vamos -
Hablamos de todo un poco. Las tías que piensan que solo hablamos de fútbol y mujeres, piensan bien, porque hablamos de eso y además de trabajo, familia y salud. Lo típico.
Una cerveza, dos. Pasamos al vino. Las mejillas ya se nos ponen sonrojadas. Pagamos y nos ponen un chupito de crema a mi, y a mi amigo de hierbas. Nos vamos a la concepción.
Las relaciones públicas se nos echan encima, ofreciéndonos ofertas tales como "copa a 4€ y paso con vosotros y nos bebemos un chupito".
Entramos a la Ronería. Una copa, dos, tres. Ya no hablamos, ahora bailamos torpemente. Unas chicas se nos acercan.
- Hola, yo a ti te conozco - Me dice una morena.
Me río. No me suena de nada, pero empezamos a bailar. Mi amigo está hablando con sus amigas y beben chupitos.
- ¿Estuviste en el Croma Day? - Me pregunta.
- Si -
- Creo que me tiraste una cerve al suelo -
- Ahhh sí recuerdo. Pero perdona que te diga, fuiste tú quien la tiró solita. Tu estado era más o menos como el de ahora. Pero ten cuidado, no vayas a tirar tu copa y me culpes de ello -
Reímos. Bailamos. Son las 4 y apagan la música. No hace falta hablar, esta noche ha sido fácil, ambos sabemos que ella, la morena, acabará en mi casa.
=D
Si quieres saber más sobre esta historia, pídemelo, tus deseos son órdenes.
Suena mi móvil, es un amigo.
- Ésta noche salimos - Me confirma.
Me meto en la ducha. Noto como el agua me templa el cuerpo. Ya hace frío en Albacete, y una ducha de agua caliente, de esas que empaña los cristales, viene de maravilla.
Desodorante. Camisa planchada. Perfume. Gomina. Le doy un poco a los zapatos para que brillen al igual que mis dientes.
Móvil, dinero, llaves... sí, están en la puerta. Me pongo el abrigo y me voy.
Saliendo por el portal llamo a mi amigo.
- Nene, voy de camino.
Ahí está, en la puerta del Alambique, esperándome mientras fuma un cigarro.
- Tienes que dejar esa mierda. Al final acabará contigo - Le reprimo.
- ¿Sabes por qué fumo? - Me pregunta - Fumo, porque en el humo creo verte, y por miedo a perderte, fumar hasta la muerte -
- Cabrón -
Nos empapamos en risas tras la estupidez.
- ¿Pasamos? - Me pregunta
- Vamos -
Hablamos de todo un poco. Las tías que piensan que solo hablamos de fútbol y mujeres, piensan bien, porque hablamos de eso y además de trabajo, familia y salud. Lo típico.
Una cerveza, dos. Pasamos al vino. Las mejillas ya se nos ponen sonrojadas. Pagamos y nos ponen un chupito de crema a mi, y a mi amigo de hierbas. Nos vamos a la concepción.
Las relaciones públicas se nos echan encima, ofreciéndonos ofertas tales como "copa a 4€ y paso con vosotros y nos bebemos un chupito".
Entramos a la Ronería. Una copa, dos, tres. Ya no hablamos, ahora bailamos torpemente. Unas chicas se nos acercan.
- Hola, yo a ti te conozco - Me dice una morena.
Me río. No me suena de nada, pero empezamos a bailar. Mi amigo está hablando con sus amigas y beben chupitos.
- ¿Estuviste en el Croma Day? - Me pregunta.
- Si -
- Creo que me tiraste una cerve al suelo -
- Ahhh sí recuerdo. Pero perdona que te diga, fuiste tú quien la tiró solita. Tu estado era más o menos como el de ahora. Pero ten cuidado, no vayas a tirar tu copa y me culpes de ello -
Reímos. Bailamos. Son las 4 y apagan la música. No hace falta hablar, esta noche ha sido fácil, ambos sabemos que ella, la morena, acabará en mi casa.
=D
Si quieres saber más sobre esta historia, pídemelo, tus deseos son órdenes.
Comentarios
Publicar un comentario