2:00 a.m.




Son las 2:00 a.m.

Estar en una cama distinta a la de siempre, te permitió ser un poquito más libre.

Dejaste a tu mente volar más de lo habitual e hiciste lo que te apetecía: escribir tus pensamientos en un texto que dejaba entrever varios significados.

Siempre te han gustado los dobles sentidos y ese 'vislumbrar' una cierta insinuación que a veces resulta demasiado directa y otras algo tímida.

La verdad es que nunca quisiste reconocerlo y hasta te daba vergüenza el que te descubrieran o sospecharan de tus ocultas intenciones, así que siempre te escondiste en la sombra de tu discurso formal.

2:05 a.m. Hoy te arriesgas un poquito más y creas un borrador en las notas de tu móvil, donde has escrito todo y nada. Canalizas tu interés en ella, oculto en una parrafada que apenas tiene sentido, hablando de cosas bonitas en general.

Lo lees. Relees.

Pulsas "enviar". Lo has enviado. ¿Qué has hecho? Te arrepientes, y a la vez no. Son las 2:20 a.m.

Esperas ambivaliente, entre nervioso y paciente, una respuesta por su parte. Deseas que su contestación esté repleta de palabras ambiguas, al estilo de las tuyas, como si de una partida de ajedrez se tratara, con movimientos estratégicos que guardan un objetivo concreto.

Sabes que has tensado la cuerda. Son las 2:33 a.m. Aquella cuerda que, sin querer y lentamente, se va acortando en un espacio de tiempo eterno, pues nada pasó rápido y todo, aunque breve, se degustó de una forma lenta, aún sin ocurrir.

Y ahí te encuentras, una noche más, a las 2:38 a.m., intentando dormir, haciendo todo lo posible para no pensar en ella, pero es inevitable y la realidad es que quieres imaginarla e idearla. Además, deseas ver su nombre escrito en la pantalla de tu móvil. Te permites imaginártelo un poco, pero solo un poco.

2:51 a.m. Ahora lo único que esperas es una respuesta. Sabes que no son horas y que probablemente ella no lo lea, pero la conoces tan bien que estás convencido de que en cuanto lo lea, te contestará y cuando llegue esa respuesta, te permitirás el lujo de leerla con un cosquilleo en el estómago y una sonrisa de medio lado. Te la guardarás y saborearás mientras llega otra noche, tumbado en aquel catre lejano que no es el mismo de siempre, en ese lugar a cientos de kilometros de casa, con cierto toque especial y mágico, con los ojos vidriosos plagados de emoción.

Y sonreirás. Y sonríes.
=D

Comentarios

  1. Pues NO son las 2:00 pero son las 12:00 de este miércoles, a NO que ya es jueves y me pongo este temazo del que habla el post que no había escuchado en mi vida (See Her Out) y pienso "ambivalente"...

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