NOVIEMBRE EN LA CIUDAD

Qué romántico resulta pasear por las calles de Albacete en Noviembre. Creo que éste mes y la ciudad van cogidos de la mano desde el momento en el que se conocieron.

En Noviembre, el frío se convierte en calor cuando hacemos los primeros cambios de armarios, pues retiramos la ropa de verano, para dejar lugar a la de invierno. Apartamos en el desván los tirantes y sandalias para dar paso a los jerséis de cuello vuelto y a las botas alta.

Las casas también se preparan para ello, y empiezan a humean las pocas chimeneas de carbón que quedan por el centro, dejando tras de sí un rastro de humo blanco.

En la periferia, los más rezagados tienen los montones de cascara en las puertas. Y ya se empieza a reconocer el aroma a estufa.

Los árboles se divorcian de su manto pardo para revestir las calles de la ciudad con tonos marrones y cálidos. Las lluvias débiles son sus fieles compañeras. Sin duda, el parque Lineal y el de Abelardo Sánchez, son dos grandes postales dignas de enviar.

Empieza a anochecer antes de las siete, y las farolas iluminan cada calle, plaza y avenida con luz tenue.

Pasear por la calle Ancha y después tomar la del Rosario dirección a la Plaza Mayor, resulta un absoluto placer. El reencuentro con el olor a castaña tostada evoca a canciones melódicas. Manos en los bolsillos, y parejas abrigadas por sus propios brazos entrelazados. Una mamá se dirige al puesto de palidú, para comprarle una rueda de caramelos al niño que lleva en el carro.




Que hermoso resulta encontrarnos con recuerdos. Mi madre también paraba en el puesto de palidú cuando paseaba conmigo, por la calle, en Noviembre.

Empiezan las tardes de filmoteca y los cafés de horas y horas, en las esquinas más sutiles de las cafeterías de siempre, que acaban en vinos, cervezas y cubatas en la zona. Sin quererlo, esa noche, te has enfrascado en risas, tragos de alcohol y más risas, que acaban en resaca de domingo.



Malditos domingos de Noviembre, en los que a media tarde, te acurrucas con una manta en el sofá de tu casa, viendo las películas de Antena Tres y la Cinco, que tratan de hijos problemáticos, o amores idolatrados. Momentos de soledad que echas de menos a esa pareja que nunca tuviste o hace poco dejaste de tener. Y los que la tienen, le sacan partido, con miradas cómplices y besos en los anuncios.

La soledad del otoño desaparece pronto, porque todos tenemos a ese amigo emprendedor, que siempre es el primero, que por el grupo de Whatsapp, propone escaparnos de casas rurales o a ver musicales a Madrid. Al final, lo más tangible, es hacer una ruta por la sierra.

Una verdadera dicha el haberos conocido. Os disfrutaré juntos, como a mí me gusta.
Albacete y Noviembre, sois un encanto.

Firmado Vanessa Landete.

=D

Comentarios

  1. No dejes de escribir. Cuando te leo siempre me sacas una gran sonrisa.

    Gracias.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Anónimo. Para mi es un placer llegar a gente como tú. De eso se trata, de sonreír.

      Besis!

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